La verdad se enciende sola, es una flor en el silencio que quema de luz la habitación. Yo quisiera hablar pero lo que doy es un hombre viendo el norte solo y loco hacia el sur.
Tengo que confiar, saber esperar. Tengo que respirar, es un panic-attack, y sacarme de una vez esta cruz.
La vida son los círculos, los círculos dan vuelta, y los círculos se van. Cuando yo creí que estaba todo bien, en realidad, estaba haciendo todo exactamente mal. No es tan grave en verdad, las cosas van moviéndose y se mueven a la larga porque sí. Y si hoy ese perfume es el de la soledad, si no confiás no vas a ser feliz.
Y me hacés hablar, a veces es mejor quedarse quieto con el trago en la mano en un rincón. Ya nos veremos en algún lugar, en alguna fiesta, en cualquier ciudad, cuando me hables con el corazón.
Es tu vida, no se puede tocar; es una caja preciosa, no se puede tocar. Tendrías que saber quién soy.
Confiá, nena, confiá. Soy todo lo que quieras, también tu suplicio y tu luz.
A vos te gusta la mañana, a mi la luna re borracha. Bancátela, va a ser siempre así. No te vendría mal saber que yo no quiero hacerte daño, y ya dejar de sufrir. Y si me buscás... vos sos tan incierta, yo también. Y nadie sabe nada, y quién a quién vino a buscar.
Tell my heart, decímelo, contámelo, probame que me hiciste mal, es una posibilidad. Y todo lo que no contás, es todo lo que alguna vez con toda mi alma voy a confiar.
Lo que pasó fue para bien, no lo trates de entender. Sabés que ya no hay vuelta atrás,
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