A veces hacemos daño sin saberlo, a veces, quizás, dañamos por el simple hecho de no sentir lo mismo, y todo ese dolor, ese daño que causamos, algún día viene de regreso a nosotros. Y tal vez, aunque creemos que no lo merecemos, lo tenemos más merecido que nunca.
Porque nos sentimos desdichados con un amor no correspondido, porque aunque sepamos o nos demos una idea de lo feliz que podemos hacer a la otra persona, esa persona es la que no siente lo suficiente como para arriesgarse y tratar de ser feliz a tu lado.
Porque quizás todo lo que recibimos es producto de lo que damos, aunque habría que aclarar que hay algunas excepciones en donde recibimos menos de lo que dimos. Pero si nosotros damos lo mejor de nosotros, si le hacemos un bien a las personas que nos rodean, si ayudamos, si intentamos cambiar las cosas para bien, todas esas acciones tienen que contribuir para volver en distintas formas a nosotros.
"Supe que de algún lejano rincón de otra galaxia, el amor que me darías, transformado volvería un día a darte las gracias. Cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da. Nada es más simple, no hay otra norma: nada se pierde, todo se transforma." Jorge Drexler.
No hay comentarios:
Publicar un comentario